En el final de la Semana Santa, Cristo resucita de entre los muertos para perdonar los pecados de los hombres y mujeres del mundo.
1ª Corintios 15:3-5: Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce.