La figura que corona la pileta de la Plaza Mayor de Lima no es un ángel, es una representación de “La Fama”la divina mensajera de Júpiter que representa la voz pública, es decir todos los rumores que fluyen de boca en boca sin importar si son verdaderos o falsos, ni si halagan o injurian. Aunque existen diversas representaciones de la Fama en forma de monumentos alrededor del mundo, fue Virgilio en su obra La Eneida quien al describirla inspiró su representación física:
“Dícese que irritada con los dioses la tierra madre la engendró postrera, fiera hermana de Encélado y de Ceo, tan rápidos los pies como las alas: Vestigio horrendo, enorme; cada pluma cubre, oh portento, un ojo en vela siempre con tantas otras bocas lenguaraces y oídos siempre alertas. Por la noche vuela entre cielo y tierra en las tinieblas, zumbando y sin ceder al dulce sueño; de día, está en los techos, en las torres, a la mira, aterrando las ciudades. Tanto es su empeño en la mentira infanda como en lo que es verdad. Gozaba entonces regando por los pueblos mil noticias, ciertas las unas, calumniosas otras.” Eneida (Virgilio)
Nuestra Fama limeña es una réplica, pues la original se perdió a inicios del siglo XX cuando se hacía una remodelación en la Plaza Mayor, y gracias al aporte de las palomas La Fama limeña está tan llena de excretas como muchos de los rumores a los que estamos expuestos en nuestra opinión pública local.